No hago propósitos de Año Nuevo porque nunca los cumplo, pero es inevitable, a principios de año, pensar en qué cosas nos gustaría probar, o cambiar, o mejorar.
Una de las cosas que se me pasó por la cabeza a principios de Enero fue que este año me gustaría retomar la costura para hacerme alguna prenda y para customizar otras.
No son actividades nuevas, tengo bastantes faldas hechas por mi misma ( esta y esta, por ejemplo) y he decorado varias camisetas para mi, mis amigas o mercadillos variados (aqui y aqui). Pero últimamente no he cosido nada de ropa y me apetece retomarlo ya que tengo varias ideas pendientes desde hace bastante tiempo.
No obstante, me da un poco de miedo lanzarme con la customización. Es cierto que es una forma estupenda de convertir una camiseta básica y barata en algo especial, pero no siempre sale bien.
Primero os enseño un ejemplo de una customización exitosa.