Por fin he llegado a casa.
El viaje se me ha hecho largo. Empezó el viernes, cuando cruzamos la frontera y dormimos en Vitoria.
Siempre nos quedamos en Vitoria, básicamente porque nos encanta la tortilla del Asador Sagartoki.
El Sábado llegamos a Madrid.
Allí, por la noche, yendo de La Latina a Tirso, tuve una epifanía: Madrid mola, mola mucho y la echo mucho de menos. Hasta ahora no me había dado cuenta!!!. !!Si hasta se me cayó una lagrimilla!!.
El Domingo por la noche, por fin, llegué a Guadalajara. Es la ciudad donde viví desde los 18 hasta que me mudé a Francia (con algunos periodos en Madrid) y sin embargo no he empezado a apreciarla hasta mi mudanza.
Jamás me lo hubiese imaginado, para mi Guadalajara sólo había sido mi ciudad dormitorio, y sin embargo...
Ahora disfruto mucho los pocos monumentos que tiene, pero también los detalles de algunos edificios más ordinarios:
Concatedral de Santa María |
Capilla de Luis de Lucena |
Y también las tiendas "de toda la vida", los parques e incluso los olmos secos.
!Y las cafeterías "cool" que empiezan a abrir!.
Es curioso, ¿no? va a ser cierto eso de que no valoras lo que tienes hasta que lo pierdes, pero nunca pensé que acabase llamando "casa" a Guadalajara.
PD: pues si con Guada me he puesto sentimental, esperad a que llegue al Pueblito Bueno....
1 comentario:
el regreso a veces es duro y no nos damos cuenta de ello hasta que lo perdemos,pero disfruta de estos momentos que luego tambien quedan en el recuerdo, bessssssss y pasa unas felices fiestas en el pueblito
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